martes, 4 de octubre de 2011

La correcta socialización

Más de lo mismo:

Con la esperanza de que nuestros hijos aprendan música, aunque las mayores ya estuvieron el año pasado en una escuela privada de música, aprendiendo piano, y por qué no decirlo también, esperando ahorrarnos bastante dinero, este año las hemos matriculado en una  escuela municipal de música de uno de los pueblos cercanos al nuestro.
¡Que ilusión llevaban las mayores, y también Liza pues era su primer contacto con la escuela musical, y sabía por referencia de sus hermanas que se lo pasaban muy bien, en la escuela del año pasado!
PERO, ha ocurrido, lo que me temía.
A las mayores las han puesto en una clase en la que los niños que allí estaban no era por que ellos quisieran, más bien parecía, que se encontraban en una prolongación de lo que tenemos en nuestros colegios a diario: ningún interés, ningún respeto por la profesora, etc. Connie, que es la más sensible de las dos mayores, ha salido llorando; no se podía creer lo que allí ha ocurrido; pero al contarme lo que los niños hacían, mi respuesta ha sido: “hija, eso es lo que tus padres viven a diario en la mayoría de las clases”, y es que ya se le había olvidado el ambiente escolar de los colegios normales, y no entendía que se pudiera ir voluntariamente a unas clases de música, a (iba a decir, a dar el latazo a todo el que tienes al lado) perder el tiempo y hacérselo perder a los demás. Mae, que es más temperamental, ha salido echando chispas…“papá no vuelvo aquí ni muerta”. Liza, ha salido con un pequeño ataque de nervios, también llorando, después de ver como los niños no respetaban a la profesora ni a los demás alumnos, pues unos pocos, 3 ó 4, querían atender, mientras otros se dedicaban a repetir frases tan inteligentes como “Superman, chorizo con pan” y otras lindeces, u originalidades como lo de tirar papelitos, o chinchar con el Boli a los de delante, en fin, un circo; mientras la profesora se desgañitaba para hacer su trabajo lo mejor que podía, con poco éxito.
Ante esto hemos decidido, perder el dinero que nos ha costado la matrícula de las cinco (100 euros) y pedir la baja de la escuela municipal de música. Pero ahí no acaba todo, al decirle al director de la escuela la causa de la baja, o sea, más o menos lo que os he contado antes, el hombre sin sorprenderse nos dice que es lo normal, que los primeros días los niños se comportan así, pero que después cambian a fuerza de trabajo de los profesores. Yo creo que hemos perdido el sentido de las cosas, ¿Quién debe tener interés por aprender? ¿Quién debe respetar a quien? ¿Cuál es la función de una profesora de solfeo? ¿Para que sirve una escuela de música?...
Tendremos que intentarlo de nuevo en la escuela privada, en la que no haya que soportar, a unos cuantos pequeños maleducados que se cargan la labor del que se les ponga por delante, e impiden que los que sí tienen interés puedan aprovecharse de los beneficios que ofrecen las escuelas municipales de música, subvencionadas con nuestros impuestos.
O sea, más de lo mismo.
Eso sí, los niños que están en el cole normal han demostrado su perfecta socialización y respeto de las normas. Los que hacen escuela domestica han sentido una puñalada en su corazón, al ver como unos  MALEDUCADOS tratan sin respeto a la profesora y a todos los que tienen a su alrededor que no entran en su juego.

Papá

2 comentarios:

  1. Iwannhn15.95/10/11, 0:01

    Que pena, esa es la educación que tenemos en España. Mucho ánimo que seguro que encontráis algo mejor.

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  2. Hemos creado este blog para compartir nuestras experiencias.
    Para nosotros, toda experiencia vivida nos remite a Dios, a su misericordia.
    La historia que vivimos el día tres en la escuela de música municipal, tiene una segunda parte.
    Al día siguiente, fuimos a la escuela privada donde estuvieron Mae, Connie y Vita el curso pasado. Nos recibieron estupendamente y, que “suerte”, estaba totalmente libre el lunes, que es el día que mejor nos viene.
    Así que, en lugar de tener que ir de lunes a jueves de 17:30 a 20 para que Mae y Connie hagan piano; Vita, danza; Liza, guitarra y Cari, violín, tenemos que el lunes irán Mae, Connie a piano y Cari a violín, teniendo sus profesores para ellas solas.
    Vita ha cambiado la danza por dibujo, para lo que, sin pasión de madre, está muy bien dotada. Irá los jueves a una escuela al lado de la de música.
    Durante el rato que ella está en dibujo, unas hermanas de nuestra comunidad, que tiene la carrera de guitarra, se ofrecen para enseñar a Liza, mientras están en el colegio donde trabajan sus maridos, que van los jueves a jugar un partido de fútbol y ellas pasan el rato allí con sus hijos pequeños. Así, a la vez que Liza está con la guitarra, mi marido y yo podemos hacer juegos con el resto de los chicos.
    En fin, que vemos como tenemos un Padre que hace unos planes mucho mejores que los nuestros.
    Qué bien. Qué descanso.

    Mamá

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