domingo, 21 de octubre de 2012

Por qué Escuela Doméstica


Cuando empezamos a conocer el mundo del homeschooling y a intentar compartir con familiares y amigos, lo que íbamos descubriendo, todo eran complicaciones. Hablabas en otro idioma. Conceptualmente, sí, pero también lingüísticamente. Y buscar una traducción para el término nos llevó a decidirnos por la que usamos como nombre del blog.
¿Por qué?
Hacía ya mucho tiempo que la realidad que vivíamos en la educación, en la Iglesia, en la sociedad, no satisfacía los anhelos de nuestros  corazones. Sentíamos (y sentimos) que nuestra vocación al Matrimonio conlleva una misión tan grande que nos supera y que no alcanzamos a ver. El Magisterio reciente de la Iglesia respecto al tema, gracias especialmente al Beato Juan Pablo II, es una maravilla desgraciadamente poco, muy poco, conocida.
Sentimos que por este Sacramento de servicio a la Comunidad, nuestras vidas adquieren plenitud, pues es nuestro camino de santidad y de salvación. Vivirlo cada día es nuestro Camino, nuestra vocación, nuestra misión. Así es como nosotros lo vemos, es nuestra visión.
Los votos matrimoniales son una cosa muy seria. Toda la liturgia del Sacramento lo es. Alianza de Dios Trinidad con la humanidad, asociándola a su labor creadora, cuidadora, educadora, redentora…
Y si la Iglesia no duda en reconocer nuestra familia como Iglesia Doméstica, no vemos a nadie autorizado a poner en duda que sea también Escuela Doméstica.
La Escuela Doméstica no es una opción educativa, es un estilo de vida. En nuestro caso es un deseo de ser coherentes con las promesas que nos hicimos ante Dios y para Dios y para su Iglesia. Repito, en nuestro caso. Porque las misiones de proclamar la palabra de Dios, de ser Sacerdote, Profeta y Rey y todas las demás recibidas en el Bautismo, para el servicio del Reino de Dios, que es la Iglesia, tienen, a nuestro modo de ver, dos concreciones especiales, preferentes y privilegiadas, pues, no en vano fueron instituidas por el Espíritu Santo como Sacramentos.
El Orden Sacerdotal y el Matrimonio.
Dios es Familia. Por eso cuando el Hijo vino al mundo, se preparó una familia.
Esta familia, La Sagrada Familia de Nazareth, es imagen humana de la Familia Trinitaria. En ella, se vive en Humildad, Sencillez y Alabanza. A través del trabajo, el compartir y la oración. Buscando el Bien, la Verdad y la Belleza. Creciendo en Sabiduría y en Gracia ante Dios y ante los hombres
Esta Familia, es nuestro modelo e inspiración desde que empezó nuestro matrimonio. Y de ella vamos aprendiendo y recibiendo. Lentamente, pues a pesar de la magnificencia de los maestros, somos torpes discípulos.
El Papa, en la homilía de la Eucaristía de proclamación como doctores de la Iglesia de San Juan de Ávila y Santa Hildegarda de Bingen dijo:

El tema del matrimonio, que nos propone el Evangelio y la primera lectura, merece en este sentido una atención especial. El mensaje de la Palabra de Dios se puede resumir en la expresión que se encuentra en el libro del Génesis y que el mismo Jesús retoma: «Por eso abandonará el varón a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne» (Gn 1,24, Mc 10,7-8). ¿Qué nos dice hoy esta palabra? Pienso que nos invita a ser más conscientes de una realidad ya conocida pero tal vez no del todo valorizada: que el matrimonio constituye en sí mismo un evangelio, una Buena Noticia para el mundo actual, en particular para el mundo secularizado. La unión del hombre y la mujer, su ser «una sola carne» en la caridad, en el amor fecundo e indisoluble, es un signo que habla de Dios con fuerza, con una elocuencia que en nuestros días llega a ser mayor, porque, lamentablemente y por varias causas, el matrimonio, precisamente en las regiones de antigua evangelización, atraviesa una profunda crisis. Y no es casual. El matrimonio está unido a la fe, no en un sentido genérico. El matrimonio, como unión de amor fiel e indisoluble, se funda en la gracia que viene de Dios Uno y Trino, que en Cristo nos ha amado con un amor fiel hasta la cruz. Hoy podemos percibir toda la verdad de esta afirmación, contrastándola con la dolorosa realidad de tantos matrimonios que desgraciadamente terminan mal. Hay una evidente correspondencia entre la crisis de la fe y la crisis del matrimonio. Y, como la Iglesia afirma y testimonia desde hace tiempo, el matrimonio está llamado a ser no sólo objeto, sino sujeto de la nueva evangelización.

Y en Loreto,

En la crisis actual, que afecta no sólo a la economía sino a varios sectores de la sociedad, la Encarnación del Hijo de Dios nos dice lo importante que es el hombre para Dios y Dios para el hombre. Sin Dios, el hombre termina por hacer prevalecer su propio egoísmo sobre la solidaridad y el amor, las cosas materiales sobre los valores, el tener sobre el ser. Es necesario volver a Dios para que el hombre vuelva a ser hombre. Con Dios no desaparece el horizonte de la esperanza incluso en los momentos difíciles, de crisis: la Encarnación nos dice que nunca estamos solos, Dios ha entrado en nuestra humanidad y nos acompaña.

Pero que el Hijo de Dios habite en la «casa viviente», en el templo, que es María, nos lleva a otro pensamiento: donde Dios habita, reconocemos que todos estamos «en casa»; donde Cristo habita, sus hermanos y sus hermanas jamás son extraños. María, que es la madre de Cristo, es también madre nuestra, nos abre la puerta de su casa, nos guía para entrar en la voluntad de su Hijo. Así pues, es la fe la que nos proporciona una casa en este mundo, la que nos reúne en una única familia y nos hace a todos hermanos y hermanas. Contemplando a María debemos preguntarnos si también nosotros queremos estar abiertos al Señor, si queremos ofrecer nuestra vida para que sea su morada; o si, por el contrario, tenemos miedo a que la presencia del Señor sea un límite para nuestra libertad, si queremos reservarnos una parte de nuestra vida, para que nos pertenezca sólo a nosotros. Pero es Dios precisamente quien libera nuestra libertad, la libera de su cerrarse en sí misma, de la sed de poder, de poseer, de dominar, y la hace capaz de abrirse a la dimensión que la realiza en sentido pleno: la del don de sí, del amor, que se hace servicio y colaboración.

La fe nos hace habitar, vivir, pero también nos hace caminar por la senda de la vida. En este sentido, la Santa Casa de Loreto conserva también una enseñanza importante. Como sabemos, fue colocada en un camino. Esto podría parecer algo extraño: desde nuestro punto de vista, de hecho, la casa y el camino parecen excluirse mutuamente. En realidad, precisamente este aspecto singular de la casa, conserva un mensaje particular. No es una casa privada, no pertenece a una persona o a una familia, sino que es una morada abierta a todos, que está, por decirlo así, en el camino de todos nosotros. Así encontramos aquí en Loreto una casa en la que podemos quedarnos, habitar y que, al mismo tiempo, nos hace caminar, nos recuerda que todos somos peregrinos, que debemos estar siempre en camino hacia otra morada, la casa definitiva, la Ciudad eterna, la morada de Dios con la humanidad redimida (cf. Ap 21,3).

Este  deseo de que nuestra casa sea una casita de Nazaret, ha latido siempre en nuestros corazones y ha hecho que ella sea lo que es. No es mérito nuestro en absoluto. Y el celo por que se den las condiciones de esa casa, asumiendo las diferencias insalvables, nos ha llevado a tomar decisiones “radicales” con las que nos hemos ganado incomprensión, rechazo y aislamiento. Hemos sido tachados de raros. Pero hemos ganado en  fe y en fortaleza, que nos han hecho capaces de abandonar supuestas seguridades que limitaban lo que ardientemente nos reclamaba nuestro corazón. Porque lo que empezó pensando nosotros que era una elección nuestra, se ha demostrado, con el tiempo, que no partió de nosotros, sino que partió de La Sagrada Familia. Que fue ella la que nos pidió que hiciéramos de nuestra casa, Su Casa.

Y no podemos delegar esta petición en nadie más, ni dejar que un movimiento, una estructura, una organización, otra visión, condicione su carácter, su personalidad, su misión. Y la sola sospecha de que pueda hacerlo es motivo más que suficiente para cerrar puertas.
Para nosotros la primera misión de nuestro matrimonio es la educación de nuestros hijos según la Ley de Cristo y de su Iglesia, a lo que dijimos estar dispuestos en nuestros votos matrimoniales. Por ello decidimos cerrar  la puerta a la estructura del sistema educativo, que hace todo lo contrario.

Estamos seguros de que no somos algo especial ni exclusivo, que esta llamada se ha dirigido a más familias… En realidad a todo matrimonio católico. Esperamos que la Sagrada Familia nos ponga en contacto, porque la unión hace la fuerza. Necesitamos familias con esta llamada para compartir nuestro caminar.
Por eso la iniciativa que ha empezado en México nos parece preciosa y apenas aclaremos un par de cosas intentaremos unirnos a ella.
También, gracias a esta página, hemos conocido las Escuelas de María, a las que vamos a abrirle las puertas para conocerlas y ver si nos pueden ayudar en nuestro Camino.

Pero ahora hay una prioridad clara. El Santo Padre ha inaugurado el año de la Fe. En la homilía de la Eucaristía del Domingo, 16 de octubre de 2011  ha dicho:

Este «Año de la fe» comenzará el 11 de octubre de 2012, en el 50º aniversario de la apertura del concilio Vaticano II, y terminará el 24 de noviembre de 2013, solemnidad de Cristo Rey del Universo. Será un momento de gracia y de compromiso por una conversión a Dios cada vez más plena, para reforzar nuestra fe en él y para anunciarlo con alegría al hombre de nuestro tiempo.
Queridos hermanos y hermanas, vosotros estáis entre los protagonistas de la nueva evangelización que la Iglesia ha emprendido y lleva adelante, no sin dificultad, pero con el mismo entusiasmo de los primeros cristianos. En conclusión, hago mías las palabras del apóstol san Pablo que hemos escuchado: doy gracias a Dios por todos vosotros. Y os aseguro que os llevo en mis oraciones, consciente de la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y la firmeza de vuestra esperanza en Jesucristo nuestro Señor (cf. 1 Ts 1, 3). La Virgen María, que no tuvo miedo de responder «sí» a la Palabra del Señor y, después de haberla concebido en su seno, se puso en camino llena de alegría y esperanza, sea siempre vuestro modelo y vuestra guía. Aprended de la Madre del Señor y Madre nuestra a ser humildes y al mismo tiempo valientes, sencillos y prudentes, mansos y fuertes, no con la fuerza del mundo, sino con la de la verdad. Amén.

Así que todos nuestros proyectos, sueños, ideas, visiones… van a ser puestos a un lado para, como pide Benedicto XVI en la carta apostólica Porta fidei, confesar, celebrar, vivir y orar la Fe. Para, en esta escuelita, formarnos con la Palabra de Dios y la tradición de la Iglesia guiados por el Santo Padre.


lunes, 15 de octubre de 2012

Iván


Hola
Soy Iván, hoy cumplo 14 años.
El 9 de Julio, me descubrieron que era Diabético.
Lo llevo muy bien, yo me pincho la insulina, y me hago los controles.
Lo que llevo fatal es lo de no comer dulces (con lo que a mí me gustan).

Estoy muy contento de educarme en casa, porque el colegio es una pesadilla.
6 horas en el colegio, luego  por la tarde tienen deberes, para que no te aburras, aprendiendo tonterías y leyendo libros que no te interesan.

Nosotros los martes escrutamos las lecturas del domingo.

Me encantan los Lego, tengo de Star Wars, de Ferrari y de Ninjago, me encanta hacer creaciones nuevas, si queréis ver mis creaciones, podéis hacerlo aquí.

Ya sabéis lo que dijo Liza lo de que tenemos animales y no se si dijo lo de que no tenemos televisión.
Mis películas preferidas son las de Star Wars, La caza del octubre rojo, Air force one, Avatar, Misión imposible, Ocean’s eleven, twelve, thirteen, y mis libros preferidos son Percy Jackson, Harry Potter, Eragon, La pirámide roja, Septimus, Corazón de tinta, y…. me he leído muchos libros. Yo leo 2 horas al día.

Iván

miércoles, 10 de octubre de 2012

Tenemos una más en casa.


Se metió en casa de polizona. No nos hemos dado cuenta de que estaba viviendo con nosotros hasta que ya es demasiado tarde. Se ha instalado y no podemos echarla. No queda más que aceptarla y, digo más, aprender a quererla. Se ha encaprichado de Iván y piensa estar con él hasta la muerte. Se llama Diabetes.
Y ahora vienen las comeduras de tarro. ¡Cómo es posible que no me haya alarmado con los cambios de Iván!. La de información que se da en los centros deseducativos  de secundaria sobre ITS y no sobre esta enfermedad que se desencadena, con bastante frecuencia, en los adolescentes.
Mi hijo empezó engordando bastante.  Hacía poco ejercicio, no le gusta el deporte y tengo que reconocer que entre el embarazo de riesgo de Nicki y lo que me ha costado recuperarme de él, llevamos casi tres años con una vida bastante sedentaria. En casa del herrero...Yo lo justificaba diciendo que estaba acumulando para dar un estirón.
Hace seis meses Iván pasó un cuadro viral. Estuvo tres días con fiebre muy alta, luego se pasó, pero siguió un tiempo con febrículas intermitentes y lo llevé al médico de familia. Dijo que esperáramos una semana y si continuaba le haría una analítica. Pero pasaron y no se le hizo una analítica.
Y empezó a estirar, lo normal con trece años. Y a tener mucha hambre, normal, está creciendo. Y a adelgazar, normal con el crecimiento. Y a estar cansado, normal, estaba creciendo. Y a estar empanado, normal , ya se sabe, la edad del pavo. Y con cambios de humor, poniéndose muy desagradable y agresivo, normal, las hormonas revolucionadas. Y a beber mucha agua, normal, come mucho y con lo pronto que han empezado este año las olas de calor, normal. Y a orinar mucho, normal, no para de beber agua.
Yo no tengo formación sanitaria, ni en mi familia ni en la de mi marido hay diabéticos. ¿Cómo íbamos a saber que tenía un cuadro diabético de libro? El gato escaldado con agua fría se quema. Supongo que a partir de ahora cualquiera de estos síntomas, aunque sea de forma aislada, hará que salte la alarma.
Pero Dios cuida de nosotros. Ya que no nos dábamos cuenta, monta un mecanismo sorprendente para que, prácticamente de un día para otro, pasemos un fin de semana a 700km de nuestra casa. Y pasando a la vuelta por la de nuestros amigos Babá, nos pida Mamá Babá, que es médico de vocación y de formación, que le hagamos una analítica a Iván porque le preocupa.
Ese jueves le estábamos sacando sangre. A la semana trabajábamos, al día siguiente no había citas. Hubo que esperar al lunes siguiente.
Cuando estaba rezando Laudes mientras le daba el pecho a Nicki, se me planteó la siguiente cuestión. “Oye”(sí, sí, fue la primera palabra)”Tú vas a recoger una analítica y estás tan tranquila. ¿Estás preparada para recibir una mala noticia? Porque puede ser que haya algo mal. ¿Has pensado en esa posibilidad?”. No era yo. Estoy segura de que fue mi Ángel de la Guarda. Lo siguiente si fue mío y salió de lo más profundo de mi corazón. ¡Dios mío, ten compasión de mí! Ayúdame a aceptar tu voluntad. ¡Jesús, confío en Ti!
Y te encuentras una glucemia de hace once días de 278. Y piensas, pobre ilusa, ”bueno, esto será algo puntual, habrá que repetirlo”. Pero, repito, no soy médico. Lo flipante es que, cuando la “doctora” lo ve, va y dice que pida cita (9 de julio) con un endocrino y que no lo deje, que hay posibilidad de diabetes. Y que cuando sepa algo, vaya y le cuente. Vuelvo a repetir y lo haré sin cansarme nunca, que Dios nos cuida. Nada más salir de la clínica Iván preguntó que era la diabetes. Le expliqué por encima y le dije que no tuviera miedo. Que era lo mejor que podía tocarle. No es un cáncer, no es un fracaso renal, no es una esclerosis múltiple, no es un sida...Es un coñazo, pero cuidándote, puedes tener  una vida normal, completa y muy larga.
Llegamos a casa y bueno (que Dios nos cuida), nuestros amigos Babá, habían venido a pasar una semana con nosotros. Mamá Babá flipó: “¿Cita con el endocrino? Cuando yo estaba en urgencias, eso era ingreso inmediato. ¿Y no le han hecho un dextrostix?”
Gracias a Dios, ningún endocrino estaba dispuesto a dar una cita en julio, así que llamamos a nuestra amiga pediatra que confirmó que aún seguía siendo motivo de ingreso inmediato.
Así que nos fuimos a la clínica de asisa de nuestra ciudad(somos funcionarios). Allí no hay endocrino, ni de adultos ni pediátricos, y el pediatra, un señor mayor que debe tener muchos años de experiencia, vio procedente derivarnos al hospital materno infantil, sólo con los datos de la analítica ya mencionada.
En el materno, la situación hizo que se le atendiera con mucha rapidez (a parte de que no había nadie esperando atención de urgencias)y que ya en la consulta de derivación le midiera la glucemia: 495.
Ingresó una semana en el hospital para la educación diabetológica.
En general el trato ha sido agradable y atento. Se notan los recortes y ellos hacen ver quien es sanitario de vocación y quién no. Como en educación, el profesional vocacional, seguirá tratando a las personas objeto de su dedicación, con entrega y cariño, pues sabe que no son ellas las culpables de la situación.

Todo esto fue escrito en su momento, primero de julio de 2012.
Pero el verano se complicó por otros motivos.
Hoy, empezando a poner cada cosa en su sitio, he encontrado el momento para retomar esta entrada.
El endocrino está que flipa con nosotros. Dice que hemos conseguido en un par de meses lo que alguna gente tarda años en lograr, de control, soltura y libertad.
Evidentemente el que Iván se eduque en casa facilita mucho las cosas. El estrés aumenta la resistencia a la insulina. Tengo una alumna diabética controlada por el mismo endocrino de mi hijo que, levantándose todos los días con niveles normales, nunca llega a su casa a menos de 200 incluso después de ponerse una dosis extra hasta un par de veces. Algunos días llega a 400. Tiene 16 años.
Tengo un alumno con fibrosis quística que tiene escolarización en su casa autorizada por la administración pertinente y es del mismo pueblo de  la que tiene diabetes. ¿Por qué a ella no? Los picos de glucosa acaban pasando factura.
La experiencia a hoy en día, es que Dios es nuestro Padre. Un Padre bueno que no da pruebas por encima de las fuerzas.
Iván hasta bromea con su diabetes. Se pincha y se controla el mismo desde el segundo día.
Y ha ofrecido su sufrimiento por las almas del purgatorio.
Pero somos inconformistas,  divergentes  y  rebeldes.
Iván está recibiendo una terapia de par biomagnético, (se la hace una fisioterapeuta de confianza)con el conocimiento de su endocrino y, parece que algo está haciendo, pues no paran de disminuir las cantidades de insulina que necesita.
Y estamos en estudio de otras posibles terapias alternativas, con prudencia y en comunicación con el endocrino.