En la certeza de que es Cristo, personalmente, quien cuida a su Esposa, deseamos que en estos momentos pueda sentirse querido y abrazado por la Iglesia como usted ha querido y abrazado a la Iglesia.
En esta niña, y en otros más, cercanos a nosotros, que han sido abrazados por usted, nos hemos sentido abrazados, cuidados y bendecidos por usted. Y, a través de usted, por Dios mismo. Misterio de Comunión.
Rezamos por usted.
Que Dios le bendiga y Nuestra Santa Madre le abrace
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Recuerda, al hablar, que tus palabras sean más bellas que el silencio